Desde muy pequeña siempre me ha gustado esos pequeños parques para los niños, que había toboganes de diferentes alturas, tirolinas, columpios... Pasó el tiempo y esto se me quedaba pequeño. Probé los parques de atracciones, ya no había quien me sacara de allí. Me he recorrido todos los parques de atracciones de España, salvo uno, Terra Mítica, que no tardaré en ir. También probé los parques acuáticos, esos con toboganes que te tiras a grandes velocidades.
Necesitaba algo más, con frecuencia muchos fines de semanas me iba a Sevilla con mi primo, él es aficcionado y un verdadero profesional en el paracaidismo. Después de ver varias veces como disfrutaban tirándose desde alturas extremas, decidí tirarme... Fue una sensación impresionante, lo mejor es cuando se abre la puerta del avión y te vas acercando para precipitarte al vacío... disfruté hasta el último segundo que mis pies tocaron tierra, esa sonrisa y esa relajación que me produjo no desapareció en varias semanas.Es un deporte demasiado caro, pero merece la pena disfrutarlo aunque sea una vez en la vida. Yo quise repetir, y sabía que la segunda vez que lo probara sería mejor que la primera.
¡Efectivamente! Si la primera vez disfruté, la segunda vez lo viví con más intensidad.
A parte de este deporte he probado algunos más, como por ejemplo...
- La escalada, pero en rocódromos. Este deporte requiere de mucha concentración y esfuerzo mental. Personalmente me impone un poco lanzarme a la montaña así que prefiero particarlo en rocódromos.
- Rafting o descenso de ríos. Es una actividad deportiva y recreativa, donde estás en plena naturaleza. Hace unos años experimenté el descenso del río Jerte en piragüas, casi cuatro horas tardamos en llegar al punto final. Unas de mis ilusiones poder ir al descenso del Sella (Asturias) en canoas.
- El ciclismo de montaña. Es uno más de los diversos deportes extremos. Normalmente suelo montar en bici pero por el campo, montaña... no me gustan las bicis de carreteras. Intento recorrer grandes distancias en terrenos difíciles a velocidades inimaginables. Por experiencia este deporte no es compatible con el tabaco, lo digo por la hora de subir inmensas cuestas.
Otro deporte que se trata de explorar asombrosos, interesantes y diversos ecosistemas es el buceo que consiste en sumergirse en playas, ríos, lagunas...
En las playas españolas siempre me ha gustado particar el snorkel, estar por la superficie del agua. Hasta que en unas vacaciones en Mexico probé el snorkel en alta mar, creo que fue la última vez que volví a bucear. Me impresionó muchísimo ver a una manta raya enorme cerca de mi, esos ojos tan grandes, aun lo recuerdo y han pasado por lo menos cinco años.
Me gustan los documentales de bajo del agua, pero me di cuenta que el buceo no es lo mio, simplemente me da miedo de encontrarme cara a cara con los grande animales que pueden estar bajo el agua.
De momento esto es todo, como veis me gustan las aventuras, actividades al aire libre y sobre todo hacerlo con buena compañía.
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